Resistente a todo, incluso a las miradas envidiosas.
Para nosotros la placa de vitrocerámica es una ciencia. Estamos fascinados de este material cuya fórmula es un secreto estrictamente protegido. Por una parte posee la elegante estética del vidrio y al tacto se siente igual; pero por otra, dispone de una enorme resistencia al calor intenso y es increíblemente estable – una combinación ideal cuyas posibilidades seguimos perfeccionando con SCHOTT CERAN®.
Dicho sea de paso: Nuestras placas de vitrocerámica no sólo están a disposición para cualquier aventura culinaria, sino también pueden ser utilizadas para una aventura espacial. Al fin y al cabo resisten temperaturas como las que priman en el planeta Mercurio.
Usted lo verá: Las placas de vitrocerámica SCHOTT CERAN® están preparadas para todo– sobre todo, para el futuro.